Hoy iniciamos esta nueva entrada con un elemento clásico que revolucionó la forma de trabajar de millones de personas en el mundo y que, hoy en día, los niños creen que fue algo del Jurásico: las máquinas de escribir. Las máquinas de escribir son herramientas de escritura que constaban de un gran teclado como el de nuestros ordenadores, que al ser presionadas imprimían caracteres en un documento de forma mecánica, pese a que más tarde pasaron a ser eléctricas. Desde final del siglo XIX y durante gran parte del siglo XX fueron herramientas indispensables tanto en las oficinas, la administración y para los escritores profesionales del todo el mundo. Más tarde, llegó a ser tan generalizado su uso que llegó a las casas de la misma forma que los grandes ordenadores antiguos se transformaron en el PC.
Entre las diferentes marcas de máquinas de escribir del momento encontramos desde Smith-Corona, Olympia o Adler-Royal hasta Canon, Brother y Nakajima, pero una marca destacó bastante entre la población gracias a los diseños de sus máquinas de escribir y su calidad: las famosas Olivetti.
Olivetti es una marca italiana centrada en la fabricación durante aquellos años de máquinas de escribir y diferentes complementos para estas. Debido a los grandes cambios tecnológicos que acaecieron durante la segunda mitad del siglo XX, esta empresa se ha tenido que adaptar a la fabricación de otras cosas como computadoras, cajas registradoras, impresoras y dispositivos de conexión a internet entre otros.
Esta adaptación se debió a que una empresa mundialmente famosa y que se dedicaba solo a sus maravillosas máquinas de escribir vio que la llegada de los ordenadores iba a acabar con su negocio. La marca Olivetti supo ver por encima de su producto (máquinas de escribir), el satisfactor de necesidades que estaba vendiendo (herramienta para escribir de forma fácil y normalizada), satisfacción que cubrían también y con mayor potencial de desarrollo los ordenadores. Por esto, al haber sido una marca que ha sido top ventas de un producto y supo ver su caída, vamos a pasar a analizar su ciclo de vida:
- Descubrimiento y experimentación: Las máquinas de escribir eran un invento al alza durante la época en que Camillo Olivetti empezó a poner en marcha su taller de Turín en 1908, pero hemos de destacar que esta marca fue pionera a la hora de hacer máquinas de escribir portátiles, que eran modelos más pequeños y manejables. Durante esta etapa de vida del producto las ventas suelen ser muy bajas (solo producían 20 máquinas a la semana) y los competidores de la época se encontraban en una situación parecida a la de Olivetti y el precio era muy alto debido a la complejidad del producto. El primer modelo de máquina que se hizo se llamó M1.
- Lanzamiento y despegue: Con el paso de los primeros años, la compañía consiguió aumentar sus ventas en gran manera. En estos años de lanzamiento es capaz de diversificar productos y modelos de máquinas de escribir y pasa a vender no solo en Italia, sino por todo el mundo como en África, Europa, Medio oriente y Latinoamérica. El precio sigue siendo alto, pero la empresa necesita poder vender más para hacer aún más beneficiosa su empresa.
- Desarrollo e industrialización: Con el tiempo, la empresa se empieza a centrar en el diseño industrial, intentando hacerlas más simples y, a la vez, adaptadas a las problemáticas sociales del trabajo y de la relación entre la empresa y el territorio. Esta forma de diseñarlas fue la que condujo a la marca a su popularidad por su excelencia y calidad. Adaptándose a todas estas necesidades sacaron la Lettera 22, con la que llegaron a ser el referente mundial de máquinas de escribir. Las ventas siguieron creciendo, los costes se consiguieron optimizar y los beneficios de la empresa aumentaron. Además, se fabricaron diferentes modelos de esta máquina de escribir contra los que no podían luchas sus competidores.
- Madurez: Como muchos ya sabemos, esta marca y sus máquinas de escribir fueron un clásico durante muchos años donde los costes decrecieron a la vez que sus precios, lo que provocó que muchas casas empezaran a tener su propia Olivetti. Esta provocó que las ventas se estancaran al tener todos su Olivetti y su distribución fue mucho más intensiva. Pero ¿por qué Olivetti y no otras? Bien, Olivetti supo diferenciarse con modelos muy estilizados y eran fáciles de manejar, lo que llevó a que las usaran incluso los estudiantes, al igual que nosotros utilizamos nuestros ordenadores.
- Obsolescencia: Llegado a este punto sólo podíamos encontrar tres vías consistentes en el relanzamiento (las ventas vuelven a aumentar como si volviéramos a la fase de lanzamiento), hipermadurez (el ritmo de ventas permanece constante durante el tiempo) y la obsolescencia. La obsolescencia, que es la que sufrieron las máquinas de escribir de Olivetti, consiste en una gran caída de las ventas debido a cambios en el mercado o a diferentes factores y un "abandonen el barco" por parte de los competidores. Las míticas Olivetti decayeron con la aparición de otras formas de satisfacer las necesidades de la población a la hora de escribir de forma cómoda y estandarizada, así que casi llegaron a desaparecer por completo, hasta el punto de quedar relegadas como piezas antiguas codiciadas por los coleccionistas.
Esta fue la vida de las máquinas Olivetti, que pese a que se están volviendo a poner de moda el uso de estas, incluso adaptadas a la modernidad o para crear arte, creo que será una moda pasajera y que no volverán a causa del gran desarrollo de los ordenadores que aún tienen por desarrollar todo su potencial, pero pese a todo esto, no olvidaremos esta mítica herramienta que puede que tengamos de nuestros padres, olvidada en el desván.
Ignasi Olucha Royo